La casa esta muda,
en silencio,
las ventanas,
ojos de muerto,
silencio.
Se apagó tu risa,
tu calor,
tus besos,
solo silencio.
Las paredes lloran,
humedad,
frío,
y silencio.
Cuando abro la puerta,
una losa,
me aplasta el cuerpo,
con silencio.
Esta no es mi casa,
cuatro paredes,
un jardín yermo,
en silencio.
Quién será mi guía,
quién me colmará de
besos,
quién romperá
el silencio.
Te fuiste de madrugada,
sin avisar, sin lloros,
sin lamentos,
en silencio.
Soledad Marín Serrano
9 de Abril de 2015