Mohamed

Mohamed acude al trabajo rutinario y aburrido, impasible va cobrando en dólares y euros, que van entregando los clientes.
Los que han conseguido el pasaje, están satisfechos y contentos, mirando a los que se han quedado en tierra se sienten muy afortunados.
Levan una media hora navegando, Mohamed le hace una señal a y una embarcación que se va aproximando, Mohamed se echa al agua y nada unas brazadas, mientras la otra embarcación se acerca a recogerlo. 
Los cincuenta y seis pasajeros quedan a la deriva boquiabiertos y temerosos. Se empiezan a oír maldiciones, lamentos y oraciones. El dios de los mares parece estar enojado, la barcaza empieza a subir y a bajar, el oleaje crecer, a lo lejos.........una tempestad acercándose,....tan solo han pasado unos minutos y la tormenta está encima, el agua le entra por todos lados, hay demasiada carne humana apelotonada para poder achicar el agua, los llantos de un bebé acompañan los rezos de la madre, alguien pronuncia el nombre de Allah el Poderoso.........Se mezclan los gritos de desesperación, alguien cae al agua, un joven se echa a rescatarlo, se pierden entre las olas.....una mujer es empujada tras un golpe de mar por el que está a su lado, él intenta cogerla y es arrastrado en la caída...
Ocho días más tarde, la radio de un velero comunica un mensaje al puerto de Cartagena, Avistada una embarcación con unos 25 inmigrantes procedentes del norte de África entre ellos hay 16 menores.
- Mohamed acude al trabajo rutinario y aburrido, impasible va cobrando en dólares y euros, que van entregando los clientes. 2000 € por cabeza.-