En mis recuerdos

lunes, 8 de febrero de 2016



Tus manos sedosas acarician mi cuerpo, posiblemente sea la primera y la última vez que te vea, pero déjame disfrutar de este momento. No pido nada más, que poder observar tus grandes ojos azules, tus cabellos ondulados que caen sobre mis hombros, tus grandes labios carnosos... déjame embriagarme con tu perfume. Son tus manos, lo que me vuelven loca, es tu persona lo que me lleva y me trae también por el dulce camino de la locura. Eres tan inestable... y a la vez tan bello. Que puedo pedirle más a Dios, que tener a alguien como tú a mi lado, aunque sea momentáneamente. Ahora tienes que irte en el primer barco de la mañana rumbo a Estados Unidos, ya que eres uno de los capitanes de la marina Estadounidense. Si pudiera embarcarme contigo me iría a la fin del mundo, pero vas por cuestiones de trabajo, y apenas te conozco. No me importa, en esta noche de pasión desenfrenada ya he podido conocer bastante de ti, y creo que tu de mi.
Ya te marchas, con un dulce beso haces que acaben todos mis sueños, yo me hago la dormida, antes de marchar veo que depositas una rosa en la almohada donde tu estabas durmiendo en esta noche mágica; al lado una nota escrita con tu puño y letra, estoy intrigada, me levanto de un salto. Y dice así : “ Bye, My Darling” la cojo entre mis manos junto a la rosa, y lloro. No volveré a verte, ahora estoy segura, pero he vivido la noche más bonita de mi vida junto a un perfecto caballero desconocido. Tu aroma se ha quedado entre las sábanas y me quedo hasta el mediodía en la cama, quiero mantener tu estancia, retener tu aroma lo máximo posible, pero siento tener que levantarme para yo también marchar, se acabó la noche, se acabó la madrugada, se acabaron las esperanzas de que te quedaras, pero no las esperanzas de que siempre vayas conmigo, en mis recuerdos.

 Nuestro Escritor del mes

 Nuestro Escritor del mes
Nuestro Escritor de este Mes: Ken Follett
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